Desde mi más profundo respeto a las decisiones de cada uno, al estilo de vida que cada cual elija para pasar el resto de sus días, reclamo un poquito de dignidad. Llega el minuto de gloria para algunas personas que podrían tener una mayor vocación, pero que son presas del pensamiento anticonstitucional del que ayer hablaba. Entre todos debemos pelear para que la IGUALDAD sea una realidad. DCM
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