Cada fin de semana disfruto entrenando a unos cincuenta niñ@s prebenjamines en el Yecla Club de Tenis. Para ell@s suele ser la introducción en la práctica del deporte en equipo y es uno de los momentos que más esperan durante la semana.
Es sorprendente la capacidad de mimetismo que tienen. Gestos, reacciones, celebraciones...qué importante es la imagen que los adultos les damos, siempre les digo que se fijen en Iniesta o Xavi antes que en CR7, sobre todo por su respeto y por su compañerismo. Y es que el fútbol tiene mucho que mejorar en ese aspecto.
Os dejo un video que nos lleva a la reflexión y a valorar cada gesto y cada acción que hagamos delante de los futuros adultos. Porque siempre que tengamos un niño alrededor, estaremos en disposición de educar con buenas conductas.
martes, 15 de febrero de 2011
miércoles, 9 de febrero de 2011
Volver a lo tierno
Os dejo el artículo que me han publicado hoy en Teleprensa.es
Pues sí, volver a lo tierno. La palabra tierno tiene numerosos significados. Por un lado dice de aquello que se deforma fácilmente por la presión, fácil de romper, inexperto o propenso al llanto. Pero en esta ocasión aludiremos a aquel tierno que produce sentimientos de simpatía y dulzura, a lo afectuoso, a lo cariñoso, a lo amable.
Quizá me esté poniendo demasiado cursi al ser acechado por mi 25º cumpleaños, pero digo esto porque tengo la sensación que estamos perdiendo esas facultades positivas de lo tierno en cuanto a la política se refiere. Y ando convencido de que debemos lograr que la política vuelva a lo tierno justo cuando hace 25 años que un Tierno, de segundo apellido Galván, abandonaba físicamente (que no espiritualmente) esos valores a los que nos referimos.
Es el momento de recordar la lección del viejo profesor, y hacer que la política sea simpática porque sea más útil, dulce porque sea grata, afectuosa porque la ciudadanía sienta el respaldo del apoyo social, cariñosa porque sea más cercana y amable porque sea por convicción. Y todo esto se puede volver a conseguir a base de políticas públicas, saliendo a la calle, escuchando a todas las personas, comprometiéndose con los problemas de la gente, priorizando el gasto social y consolidando el Estado de Bienestar.
Esto es, en definitiva, dar un nuevo impulso a la socialdemocracia para diferenciarla de la derecha maquillada. Porque estos valores son izquierda.
La misma izquierda que, gobernando la gran mayoría de años de la actual democracia en nuestro país, ha conseguido (siendo todo claramente mejorable) que tengamos la mejor sanidad pública del mundo, que un país como Alemania pretenda a nuestros profesionales especializados, que tengamos unas modernas infraestructuras o que seamos vanguardia mundial en derechos y coberturas sociales entre otras muchas más cualidades.
Estamos en tiempos difíciles. Es ahora cuando debemos de afianzar lo público siendo más eficaces, más exigentes, más valientes, más cercanos. Sin duda, la gente que más está sufriendo la crisis no espera menos. Y aquí, en nuestra Región, es cuando la nueva hornada de gente de izquierdas vamos a lograr a base de trabajo, ilusión y alternativas que la política murciana, antes o después, vuelva a lo tierno.
Pues sí, volver a lo tierno. La palabra tierno tiene numerosos significados. Por un lado dice de aquello que se deforma fácilmente por la presión, fácil de romper, inexperto o propenso al llanto. Pero en esta ocasión aludiremos a aquel tierno que produce sentimientos de simpatía y dulzura, a lo afectuoso, a lo cariñoso, a lo amable.
Quizá me esté poniendo demasiado cursi al ser acechado por mi 25º cumpleaños, pero digo esto porque tengo la sensación que estamos perdiendo esas facultades positivas de lo tierno en cuanto a la política se refiere. Y ando convencido de que debemos lograr que la política vuelva a lo tierno justo cuando hace 25 años que un Tierno, de segundo apellido Galván, abandonaba físicamente (que no espiritualmente) esos valores a los que nos referimos.
Es el momento de recordar la lección del viejo profesor, y hacer que la política sea simpática porque sea más útil, dulce porque sea grata, afectuosa porque la ciudadanía sienta el respaldo del apoyo social, cariñosa porque sea más cercana y amable porque sea por convicción. Y todo esto se puede volver a conseguir a base de políticas públicas, saliendo a la calle, escuchando a todas las personas, comprometiéndose con los problemas de la gente, priorizando el gasto social y consolidando el Estado de Bienestar.
Esto es, en definitiva, dar un nuevo impulso a la socialdemocracia para diferenciarla de la derecha maquillada. Porque estos valores son izquierda.
La misma izquierda que, gobernando la gran mayoría de años de la actual democracia en nuestro país, ha conseguido (siendo todo claramente mejorable) que tengamos la mejor sanidad pública del mundo, que un país como Alemania pretenda a nuestros profesionales especializados, que tengamos unas modernas infraestructuras o que seamos vanguardia mundial en derechos y coberturas sociales entre otras muchas más cualidades.
Estamos en tiempos difíciles. Es ahora cuando debemos de afianzar lo público siendo más eficaces, más exigentes, más valientes, más cercanos. Sin duda, la gente que más está sufriendo la crisis no espera menos. Y aquí, en nuestra Región, es cuando la nueva hornada de gente de izquierdas vamos a lograr a base de trabajo, ilusión y alternativas que la política murciana, antes o después, vuelva a lo tierno.
martes, 1 de febrero de 2011
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