jueves, 5 de junio de 2008

Etapas


Ayer volvimos a las andadas de las rutas nocturnas. Hacía meses que no cogíamos el coche a horas poco comunes para elegir un destino y pasear por lugares con encanto. Anoche apostamos por los kingkong del Garruchal, un nombre gracioso y contemporáneo que suena de forma singular y divertida en boca de cualquier murciano.

No conocía la zona, aunque sí intuía que el viejo camino de la playa esconde rincones especiales. El caso es que correteamos por el monte a las tres de la mañana, con la tranquilidad de la noche, divisando el Mar Menor al fondo y escuchando a los grillos cantar. Nos relajamos, dialogamos y subimos un poco esa moral algo caída.

Luego surgió el tema de las etapas...y me sigue siendo difícil decir esa palabra y no sentir ese nudo indescriptible...me voy a por una buena fideuá. Sean felices.


PD: ¿Crees que algo tan importante merece un solo día al año?

1 comentario:

Matt dijo...

Ey, dónde te escondes? Ya no sé nada de ti :p