Debo de reconocer que no había actualizado el blog no porque no tuviera nada que decir, sino porque tenía que modificar la maldita descripción que pueden leer en la barra lateral derecha. Si, ya son 23. Uno no está pa para estos trotes. O si, porque pensándolo bien, también con 23 años se emociona uno al disfrutar de un entrenamiento con los chavalines del Club de Tenis, con un buen abrazo, con una buena conversación con tu gente, con un intenso derbi, con una tartaza de chocolate y una tartita de queso, con la naturalidad y sencillez de una gv hasta con temas que no me atraen, con un dulce sabor a piruleta, con fideuás desfasantes, gazpachos yeclanos, arroces con conejo y macarrones mañaneros, con quintitos molineros, con miradas y breves momentos, con una victoria de Patxi e incluso con la clase como la de Emilio en momentos amargos. En definitiva, cosas que hacen que la vida valga la pena. Seguimos.
3 comentarios:
gracias cariño.
Lo malo no es cumplir años, lo triste es hacerlo sin vivir la vida intensamente, o lo que es peor, no poder cumplirlos.
Así que sigue viviendo, de verdad, y siendo tan feliz y haciendonos a ls demás.
bss
perdona pero se me ha pasado tú cumple.pero nunca es tarde,felicidades David de mi parte y aver si organizamos la proxima paella,un besazo.
Yo también te deseo felicidad porque hasta que no cumplas los 24 puedo felicitarte los 23, jaja.
Saludos!!
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