Un escudo anticonstitucional menos

Aunque el lamentable Gobierno PP-Alcey solo ha reaccionado a la solicitud del Grupo Municipal Socialistas cuando les chirriaba el morao de las banderas de algunas pintadas realizadas en diferentes puntos de Yecla, por fín han retirado el escudo anticonstitucional que se encontraba en el monumento a los caídos que se halla anexo a la Basílica de La Purísima. Es lo mínimo que se puede pedir por medio de la Ley de la Memoria Histórica.

Y hablando de la Lay de la Memoria Histórica, el pasado miércoles pude disfrutar en la coqueta sala de réplicas del Greco de la Casa de Cultura de Yecla de un recital de poesía llevado a cabo por Antonio Martínez i Ferrer (familiar mio de Alzira) y desde sus versos críticos y profundos, junto a la posterior conversación, denotaba que aquella guerra civil provocada por el golpe de Estado a la República llevada a cabo con una sublevación militar y su posterior dictadura y represión protagonizada por el general Franco, le había marcado la vida.

Antonio, entre otras cosas, pudo recuperar el cadáver de su padre, asesinado en Paterna, con trances tan crueles como pagar las balas con las que le asesinaron. Él tuvo esa "suerte" de recuperar el cuerpo, pero en España todavía existe mucha gente que tiene a sus familiares en fosas comunes sin que hayan podido ser localizados y enterrados dignamente.

Creo en el ánimo de la reconciliación, pero para ello se deben de cerrar heridas que todavía están abiertas y se debe de reconocer y homenajear a cada una de las víctimas. Por ello me enfurece escuchar a Rouco Varela tratando de desviar la atención y quitarle hierro al asunto (¿porqué será?) o las voces que indican que ésto es reabrir heridas, cuando esas heridas nunca estuvieron cerradas.